CORONA-VIRUS
Estamos viviendo una situación que jamás la habíamos
conocido, un pandemia que se extiende como la pólvora por toda la población y
el número de fallecidos superamos ya a China y sin parar de sumar.
A nuestros gobernantes se las fue de la mano y
cuando pusieron medios fue tarde y mal, pero gracias a nuestros sanitarios que
son los mejores del mundo que están dando el 100x100, aunque con escasos medios
como buenos profesionales intentando salvar vidas con unos medios tercermundistas
con falta de protección como mascarillas guantes, trajes adecuados para protegerse
y respiradores para los enfermos graves, él material le va llegando con cuentas
gotas gracias a un gobierno inepto y una larga lista de adjetivos descalificativos.
Llevamos varios días de cuarentena en casa y
claro con esta situación tanto los sentimientos como las emociones están a flor
de piel, debemos distinguir una emoción de un sentimiento, la emoción es visceral
viene del cuerpo y busca la descarga hacia fuera, puede ser intensa pero de
corta duración y no suele pasar por el filtro de la mente. Hay que aprender a
gestionar bien las emociones para aprender a expresarlas de manera
conveniente…En cambio un sentimiento no es visceral, se alimenta por la mente,
y es más duradero.
Podemos vivir infinidad de sentimientos, por
la situación que estamos viviendo podemos experimentar el sentimiento del miedo
y de la soledad, esta última nos causarían la emoción de tristeza y podría
desencadenar el llanto, el miedo como respuesta a un peligro, es algo normal
puesto que es necesario para nuestra supervivencia; es lo que nos hace actuar y
afrontar la situación.
El miedo de posibles amenazas y situaciones de
riesgo puede implicar a un estado de ansiedad colocándonos en alerta de
situaciones de riesgo. Cuándo sentimos miedo creemos que tenemos una baja
capacidad de control y de predicción. No obstante, consideramos que necesitamos
hacerle frente de manera inminente y para ello, movilizamos toda una serie de
comportamientos para escapar de aquello que nos produce el temor, yo por
ejemplo he optado por no ver los informativos del corona-virus he notado que me
daña anímicamente.
El miedo fundamentalmente nos sirve para reaccionar
y escapar de cualquier peligro inminente, sin miedo asumiríamos riesgos innecesarios,
debe ser nuestro aliado pero no decidir por nosotros.
Pido a Dios cada día que ayude a todas las
personas sanitarias, enfermas y en general y que no esté lejos ese día en que
volvamos a la normalidad, de poder visitarnos, abrazarnos y poder estar junto a
las personas queridas.
Mª Pilar
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