Manuel Acuña gran poeta mexicano, los versos de Acuña han recorrido todos los dominios de la lengua castellana y en todas partes es admirado, pese a su corta vida dejo una huella profunda en sus poemas llenos de romanticismo, nació el 27 de agosto 1849 y a la edad de 24 años se suicido cuando ya gozaba de un reconocido prestigio literario; el destino apagó la llama de su vida pero no lograra extinguir su imperecedera memoria.
Su apasionado y desenfrenado amor por Rosario de la Peña fue la causa,o al menos la razón mejor fundamentada de su muerte, uno de sus mejores poemas el de “Nocturno a Rosario”
La felicidad
Un cielo azul de estrellas
brillando en la inmensidad;
un pájaro enamorado
cantando en el florestal;
por ambiente los aromas
del jardín y el azahar;
junto a nosotros el agua
brotando del manantial
nuestros corazones cerca,
nuestros labios mucho más,
tú levantándote al cielo
y yo siguiéndote allá,
ese es el amor mi vida,
¡Esa es la felicidad!...
Cruza con las mismas alas
los mundos de lo ideal;
apurar todos los goces,
y todo el bien apurar;
de lo sueños y la dicha
volver a la realidad,
despertando entre las floresde
un césped primaveral;
los dos mirándonos mucho,
los dos besándonos más,
ese es el amor, mi vida,¡
Esa es la felicidad...!