En mi vida hubo mil cosas que no elegí,
que me llegaron de pronto
y me transformaron la vida.
Cosas buenas y malas que no buscaba,
caminos por los que me perdí,
personas que vinieron y se fueron,
una vida que no esperaba.
al menos, elegí cómo vivirla.
No quise vivir en la angustia:
y elegí la paz y la esperanza,
el llanto que desahoga, que libera,
y no el que inspira lástima en vez de soluciones,
la queja que denuncia, la que se grita,
y no la que se murmura y no cambia nada.
Elegí los sueños para decorarla,
la esperanza para sostenerla,
la valentía para afrontarla.
Rudyard Kipling.
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