viernes, 7 de noviembre de 2025


 A MI MADRE LA MUJER QUE NUNCA SE TOMO VACACIONES.

Las madres de antes eran unas heroínas. Y nadie salió a las ventanas a aplaudirlas y eso que se lo merecían. Muchas de ellas, no cursaron más que estudios primarios, a pesar de que valían para estudiar y les gustaba, pero la situación familiar requería que ayudasen en casa desde niñas
Mamá, ¿y tú cuándo descansas,le pregunte un día?
Ella sonrió y me contesto,cuando ustedes estais atendidos…ahí descanso yo.
Nunca pidió nada,ni viajes, ni regalos, ni reconocimientos.
Siempre se quedaba en casa cuando los demás salían.
Y decia siempre,“No te preocupes, ya me ocupo yo”.
Lavó ropa con fiebre,cocinó con lágrimas escondidas,aguantó dolores, cansancios, silencios…y aún así, al día siguiente, volvía a estar de pie...Porque si ella se detenía… todo se detenía.
Pero un día… se apagó de golpe,en silencio sin hacer ruido,como era ella.
Hacia un tiempo que poquito a poco…como una vela que se va consumiendo iba perdiendo fuerza.
Y ahí entendi que a quien llamaban “mamá”…también era una mujer.
Una que también necesitaba que alguien la mirara, la abrazara y le dijera:
Gracias por sostenerlo todo cuando tú también estabas a punto de caer. Gracias por mostrarme la fuerza, la resiliencia,la compasión,gracias por estar incondicionalmente para toda la famila y nunca se te escucho quejarte por exceso de trabajo...que si lo tenias
Eras todo corazón en la familia y entrega en cuerpo y alma...Ahora eres la luz que me guía...Mamá fuiste una obra de arte, pintada con amor, paciencia y una fuerza inquebrantable. ❤️
Maria del Pilar Roldán

viernes, 26 de septiembre de 2025

El músculo que guarda tus emociones… y también tu historia.
Muy curioso...

Este músculo que ves en la imagen no solo conecta tus piernas con tu columna.
Conecta mucho más: tu cuerpo con tus emociones.
Se llama psoas… y para muchos, es conocido como el músculo del alma.
Anatómicamente, el psoas mayor nace desde la parte baja de la columna torácica (T12) y las vértebras lumbares, y se inserta en el fémur.
Es profundo, es largo… y es vital.
Se activa cada vez que caminas, te sientas, te inclinas o simplemente respiras profundamente.
Pero también se activa —y se tensa— cuando tienes miedo, estrés, angustia o dolor emocional.
¿Por qué se le llama “el músculo del alma”?
Porque el cuerpo no olvida.
Las emociones reprimidas, los traumas pasados, las pérdidas no expresadas… todo eso puede quedar almacenado en este músculo silencioso.
Y cuando el psoas se contrae crónicamente:
1) Puedes sentir rigidez en las caderas
2) Dolor lumbar constante
3) Dificultad para respirar profundamente
4)Ansiedad, fatiga o insomnio
5)Trastornos digestivos o menstruales.El psoas está íntimamente conectado con el sistema nervioso autónomo.
Colabora con la amígdala cerebral, el centro del miedo y la supervivencia.
Por eso, en situaciones de lucha o huida, es uno de los primeros músculos en reaccionar.
Cuando el miedo es constante… el psoas nunca se relaja.
¿Qué puedes hacer?
No se trata solo de estirar.
Se trata de sentir, liberar y conectar.
• Permítete llorar cuando lo necesites
• Respira profundo, desde el abdomen
• Haz pausas en el día para estirarte y recostarte en el suelo
• Practica movimientos suaves que abran caderas y liberen tensión
• Aprende a reconocer tus emociones antes de que el cuerpo tenga que gritarlas
No hay salud física sin salud emocional.
Y no hay libertad emocional sin un cuerpo que se sienta seguro.
Tu psoas no solo sostiene tu cuerpo.
También guarda todo lo que no supiste cómo expresar.
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Tomado de la red